Actualice su redacción

Una simple carta puede revelar el carácter y la personalidad del redactor. La escrita clara es el resultado del pensamiento claro y, a la inversa, la escrita confusa es el resultado del pensamiento confuso.
Por lo tanto, la primera regla es: pensar antes de escribir.
No abandone nunca el tono personal. No caiga en exceso de confianza. Trate de agradar aunque sea para decir no.
Las cartas deben tener básicamente: claridad, objetividad, simplicidad, brevedad y cordialidad.
Quiero destacar la OBJETIVIDAD.
Muchos todavía piensan que objetividad puede ser interpretada como arrogancia o falta de cortesía. No es así.
Cuanto más breves, sencillos y claros sean los mensajes, más rápida y fácilmente serán entendidos.
No subestime la inteligencia del lector y no lo canse.

EN VEZ DE:                                                             PREFIERA:
Por medio de ésta informamos…                       INFORMAMOS…
Con el presente les encaminamos…                  ENCAMINAMOS…
Con esta carta les comunicamos…                   COMUNICAMOS…

Lo más efectivo es iniciar la carta con el mensaje que desea transmitir.
Un fallo grande en las cartas es el uso endémico del GERUNDIO. No lo use.

INCORRECTO                                                       CORRECTO
Dando curso a su estimada carta…                 Damos curso a su carta…
Esperando su respuesta…                                 Espero su respuesta…
Dándole las más expresivas gracias…            Le agradezco…
Adjuntándoles al presente…                             Adjuntamos…
Quedamos en espera…                                      Esperamos…

Otro mal terrible son las redundancias o las llamadas “Frases con doble refuerzo”.
Ejemplo: Clientes y amigos. – Si son clientes, se supone que son amigos. Para evitar familiaridades excesivas, debe preferirse siempre la palabra cliente.

Adjuntamos a esta carta. –A menos que adjunte la lista a otro escrito, resulta innecesaria la aclaración.

Nuestra cuenta que usted ya conoce. –Si la conoce, no hace falta decírselo.

NO HAGA ESO EN SUS CARTAS.

Si cree que ya se ha agotado la fuente de los errores, se ha equivocado. Hay otros aspectos a los que tiene que prestar una atención especial:
-Exceso de familiaridad.
-Párrafos excesivamente largos y palabras rebuscadas.
-Repeticiones. Las frases repetidas son las herramientas de los perezosos.
-Vocabulario vulgar o limitado.
-Falta de tacto, arrogancia, grosería.
-Exceso de confianza.
-Mencionar exclusiva conveniencia.

Aplique su buen sentido en la autocrítica. Póngase en el lugar del destinatario, y elimine todo lo que pueda molestarle. Recuerde que tiene un objetivo a lograr. Mejore la calidad de sus cartas. No comprometa su imagen y el de su empresa.

Buena redacción

Manuela M. Rodríguez