E-mails

Los E-mails son grandes ahorradores de tiempo, pero no pueden sustituir la comunicación personal o la carta comercial en ciertos asuntos.
La tendencia es sustituir las comunicaciones internas o la correspondencia del día a día sin mayor importancia.
Es muy importante observar que sus E-mails posean una buena redacción, sin errores de ortografía o gramática y, sean claros, breves y objetivos. Es desagradable recibir un mensaje con palabras mal escritas, frases sin concordancia, con exceso de abreviaturas, sin puntuación, con verbos mal conjugados. Eso denota displicencia con la persona a que estamos dirigiéndonos, y, con seguridad, no es esa la imagen que queremos dejar registrada.

Algunas observaciones importantes:

  1. Ignore y borre todos los E-mails que no sean de su interés, para evitar problemas con los virus.
  2. No mande E-mails cuando este cansado o nervioso. Los E-mails también pueden ser nerviosos o críticos. Trátelos como a las cartas, espere por un momento más calmo para responderlos.
  3. No hay nada como una cosa real. Nunca cambie un encuentro personal por un E-mail, especialmente cuando el asunto sea una recompensa, una dimisión o una reprimenda.
  4. Mantenga sus contactos en día. Saque provecho de todos los recursos que su programa de E-mails le ofrece. Mantenga una lista de direcciones actualizada, puede ser que un día la necesite.
  5. Rompa las Cadenas. Las llamadas cadenas de mensajes (Chain E-mail), son muy inconvenientes, rómpalas. Nadie tiene tiempo a perder en horario de trabajo.
  6. No esparrame rumores, no cuente chistes ni coloque puntos negativos de personas. E-mails pueden ser fácilmente repasados para personas erradas, o peor todavía, pueden alcanzar el motivo de sus críticas. Atención: también pueden ser usados en un tribunal.
  7. No se envuelva en discusiones. Discusiones acaloradas por medio de E-mails abusivos o insultantes, son normalmente un error.
  8. Nadie es perfecto. Si el mensaje necesita ser lo más perfecto posible, entonces utilice otra forma de comunicación, como por ejemplo la carta, ¿sabe por qué? Porque la puntuación, la ortografía y las reglas gramaticales acostumbran desaparecer misteriosamente en los E-mails. Si necesita de ellos, revíselos línea por línea antes de enviarlos.
    Acuérdese siempre de una cosa: Las palabras que son dichas pueden ser olvidadas, pero las que son escritas, pueden permanecer para siempre.

Manuela Rodriguez