La mujer ejecutiva y el “Coaching” - Una nueva forma de entender el trabajo
Los cambios laborales y empresariales que estamos viviendo están influyendo directamente en las estrategias, planificación y objetivos de las empresas. También en sus directivos. La figura del jefe está cambiando y ya no es lo que era hace tan sólo unos años.
Mucho tiene que ver en todo ello un nuevo fenómeno, muy relacionado con el cambio, que ya empieza a sonar con fuerza también en nuestro país: el coaching. Son numerosos los libros que están apareciendo analizando y abordando este tema del que seguro todos hablaremos mucho en los próximos tiempos.
No se trata de aconsejar, dirigir o enseñar sino de lograr un cambio en las personas con algún tipo de responsabilidad, ya sean los líderes o los directivos de las organizaciones, para que aprendan a conducir mejor a sus empleados.
El mercado está imponiendo nuevas formas de interactuar en el mundo del trabajo y son muchos los beneficios que nos puede aportar esta nueva dinámica de relaciones laborales.
El coaching se ha convertido en una actividad fundamental para apoyar el desarrollo tanto individual como de equipos y diseñar nuevas acciones para mejorar nuestra productividad y resultados.
Muchas empresas ya están desarrollando esta práctica en sus empleados y están mostrando su interés por una nueva forma de relacionarse y dirigir al personal. En realidad, no deja de ser una especie de diálogo e interacción entre un tutor y un alumno en el entorno de una organización.
Es imprescindible que las personas que dirigen empresas detengan su mirada en la importancia que tienen las personas, los trabajadores, sin duda el mayor capital de toda da compañía. Los recursos humanos son lo más importante y saber dirigirlos es una asignatura en la que debemos seguir esforzándonos para continuar mejorando.
La situación actual nos está obligando a ser reflexivos pero también innovadores, y hemos de familiarizarnos con esta nueva forma de entender el trabajo.
El coaching empresarial puede ser un gran aliado para la buena marcha de las empresas, sobre todo en puntos clave como son el diseño de un plan estratégico, la planificación de unas acciones o el establecimiento de unos objetivos.
Los directivos tienen que cambiar de mentalidad para poder enriquecer y potenciar las relaciones entre los trabajadores y mejorar también los negocios.
Sin embargo, el coaching no sólo se ha de entender como un proceso dirigido exclusivamente a los directivos de las empresas sino también a toda la plantilla.
La importancia de este proceso es su extensión a todos los integrantes de la compañía pues el propio directivo puede convertirse en un tutor para sus empleados, en un verdadero modelo para todo el personal.
El objetivo es conseguir tener unos trabajadores con un compromiso más activo y más motivados. Los ejecutivos deben aprovechar el conocimiento y aprendizaje y transmitirlo al resto de la organización.
Es vital despertar el potencial y la creatividad de los empleados e incrementar su capacidad de adaptarse a los cambios.
En definitiva, es necesario que los directivos sepan “entrenar” a sus empleados, desarrollar sus carreras profesionales y fomentar el trabajo en equipo.
Lo más importante, sin duda, es que toda la compañía aprenda conjuntamente.
Manuela Rodriguez